Una lucha de años

Por Gastón Moreyra (*)

El programa radial “Cuarto Intermedio” (Jueves 15:30 a 17hs FM Platense 89.9), habló con Paulo Navarro quien es un empleado municipal de 45 años que mantiene a sus tres hijos menores de edad, siendo el único sostén familiar. En el municipio local, formó parte de distintas oficinas del órgano y aún lo siguen cambiando de área. Tras sufrir un accidente de trabajo en el área de Control Urbano en el año 1999, Pablo sufrió un 60 % de discapacidad en su cuerpo y quedó imposibilitado de poder seguir trabajando de manera normal.

El ahora intendente Pablo Bruera le redujo las horas de salario y le entrega el sueldo básico, sin reconocerle los 10 años que trabajó como mensualizado. Aún no lo han pasado a planta permanente y está desesperado porque debe mantener a sus tres hijos con poco más de 1000$ mensuales. Hoy se siente indignado por la difícil situación que está atravesando. “Alak por lo menos no me dio ni me sacó nada, pero Bruera se a ensañado conmigo ya que permanentemente sufro discriminación de todo tipo”, reconoce Paulo.


Actualmente en la municipalidad de La Plata no le reconocen el derecho que le corresponde a un trabajador que fue accidentado por realizar sus labores (Ley 24557) en la que Navarro recurrentemente exige que se cumpla. Pero la realidad le es esquiva hasta el momento ya que sufre reducción de sueldo, discriminación y persecución.


“No me van a agotar. Seguiré luchando para que lo que me pasó a mi no le pase a ninguna persona más “señaló Navarro, juntol bastón de tres patas que utiliza desde que tuvo el accidente y que lo dejó en ese estado para toda la vida, el cual se traslada con dificultad.

El agente, que lleva 12 años dentro del municipio sólo exige que se cumpla con el contrato, ya que a partir de su accidente le redujeron las horas de su empleo (de 48 a 30), y solo quiere recuperar lo que le pertenece, incluido el sueldo que contaba anteriormente.

Por esta situación personal, Paulo impulsó la creación de una Asociación de Familiares y Victimas de Accidentes de Trabajo, una ONG que actualmente preside sin fines de lucro. Su denuncia al INADI La Plata, le costó el puesto en su momento a la delegada Alejandra Esporda “por tratar de esconderla”.